¿Y esta mesa? ¿Pero cómo trabajas aquí?
Como no, me coge haciendo café. Inconfundible, histriónico, majadero y genial: Pedro Rodríguez Cruz.
_Joooderrr, ¿aquí nadie toca?... !chas! aparecen y chinpum.
_ ¿Y tú qué quieres ahora? Reeeeespeeetoooo Aspavientos que pasan a un abrazo sincero. _ Peedroooo
Me pasa la mano por la mejilla con cariño, !!!Efra!!!
Nos miramos, admiración mutua... _ te estaba esperando. Por eso estoy aquí. _ me estoy quemando Lo sé, lo siento Caigo derrotado en el sofá.
Mirada fija, rotunda del que se sabe con autoridad. No estás centrado, ni en tu eje. Es momento de trabajar, de estudiar, de practicar y no lo estás haciendo.
No era un reproche, no era recriminación, era una jodida verdad, de esas que no hay manera de justificar.
Su energía se hizo evidente y como una ola me empujó... _cooñooo, se me alinearon los chakras del pelotazo.
Me encanta cuando un guia te eleva sin darle tregua al victimismo.
La generosidad tiene su equilibrio y empieza con uno mismo.
Me entregé a la experiencia: café bombón, google earth... Introspección.
Su mirada dura, pasó a ternura... Intuyó al alumno en la tarea y lo dejó desarrollar.
Acompañando, presente pero dejando hacer.
Y lo ví, lo sentí, lo experimenté... COMPROMISO.
Pero no el que pesa, agobia o ensombrece. El que inspira, motiva y mueve. Ese que hace que las cosas cambien. Ese que hace que merezca la pena. Ese que es semilla de revolución.
Y sí, apareció ruidoso y desapareció sigiloso.
!!!El trabajo estaba hecho, Maestro!!!