Tomás estaba serio. Bueno, serio no, como metido pa dentro, ausente de todo, presente en él.
Le dije !Tommy! pero ni se inmutó.
Me senté, observándolo, en silencio. Poco a poco me invadió ese estado de calma.
Serena, incomprensible. Un estado. Suspiré.
Me miró sin verme. _ Magia Efra, magia. Es tan solo una frecuencia, una vibración. Deja que suceda.
La combinación entre lo que espero y lo que sucede. Déjate sorprender. Desapegado y abierto.
Me quedé flipando de tanto misticismo y sin entender nada...o si?
En mí seguía la calma pero la mente no tardó en formular.. _¿Pero es que...
Tomás me miró, viéndome. La mirada lo dijo todo.
Callé, no lo entendía, tan solo sentí.
Me lo vió en los ojos. Brillaron, lo noté.
_ !Ahí lo tienes!, mete la mano en la chistera, sin esperar nada y saca lo necesario.
La magia viene del alma; ella sabe qué necesitas.
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