La terraza me da los buenos días, perezosa pero cálida, huele a dormida.
La luz cae como rocío...me baña.
La cafetera me llama a grito pelao y me saca del momento pero el aroma enciende mis sentidos.
Café en mano, me siento en el observatorio de la terraza, donde se expande un celeste, taaaannn claro que me absorve al espacio.
Floto en el vacío silencioso... susto, pérdida de control, respiro y el olor a café me relaja.
La mente necesita un anclaje. Respiré el hogar. ENTREGA
!Yo también soy cosmos! Ondas y partículas, ya no tenía cuerpo, solo vibración.
La tierra lejana, pequeña y hermosa. Gotita azul flota tranquila, se sabe a salvo.
Y lo veo enooorrrrme, expansivo dador.
Estrella impresionante que no intimida, acoge.
Y lo escucho claro y lo siento transparente. Relativiza,...que no es quitarle importancia, que no es pasar, que no es mirar a otro lado. Es verlo desde la luz en su tamaño justo.
Tranquilidad
Así si!, sin ahogo, sin presión. Resuelvo
Café, brisa y celeste.
Vuevo a la terraza.
