El sol me molestó, había tanta luz, tanta claridad.
Metido en la cueva, mis ojos se acostumbraron a ver en las sombras. _ !vaya si vieron!
Matices de mi mismo que cobraron presencia, se dejaron ver. Escondidas tímidamente, asustadas de mí y yo de ellas.
Sombras sonoras de llanto en lo profundo de la cueva, que llegado el momento, ellas mismas, me empujaron a la salida. !Vete!, ya has aprendido a entrar y salir. Vuelve cuando sea necesario.
Ya no era oscura, se podía ver, sentir, aprender.
Poco a poco, mi mirada percibió los detalles, tras el deslumbre ☀
Comments