¿Verdad que cuando vas a un restaurante y pides lo que quiere comer, no vas detrás del camarero, a ver como el cocinero lo hace?, sencillamente das por hecho que te lo van a traer, mientras tanto, disfrutas de la velada, pues esto es lo mismo, cuando pedimos no estamos pendiente y seguimos disfrutando del aquí y ahora en lo que llega, la clave está en: ¿Desde donde pides? ¿Desde la mente?, sus condicionantes y sus prejuicios o ¿desde el corazón y el deseo profundo?, ten en cuenta, que en muchas ocasiones estas dos no suelen coincidir, es como pedirle al camarero como segundo plato dos cosas diferentes a la vez, la que se supone y la que realmente quieres, ¿te lo vas a comer?